Si alguien piensa que por el simple hecho de escribir un artículo sobre mí mismo estoy pecando de egocéntrico, vano, simple y patético, probablemente esté en lo cierto.
Yo soy aquel que aguarda siempre la llegada del porvenir sin sin sacar partido al presente;
yo soy aquel que piensa que su potencial sobrepasa las cotas del infinito;
yo soy aquel que anhela que lo oculto le sea revelado;
yo soy aquel que baja algunas noches la basura;
yo soy aquel que deliberadamente bebe para pasar a otros estados de consciencia;
yo soy aquel que salió en feria y se gastó 10 euros;
yo soy aquel que se comió un bocadillo hecho con tejas en vez de pan, pero es mentira;
yo soy aquel al que algunas veces se le ocurren bellas melodías que inmediatamente después se le olvidan;
yo soy aquel que una vez se interesó en la arqueología;
yo soy aquel que casi pierde la vista mirando un eclipse;
yo soy aquel que recorre los anchos campos con el propósito perder culo;
yo soy aquel que tiene sueños tétricos y desagradables;
yo soy aquel que no es capaz de concluir nada de lo que empieza;
yo soy aquel que perdió la fe en las personas;
yo soy aquel que aprendió a hacer el nudo windsor;
yo soy aquel al que la pierna derecha le duele y se le hincha;
yo soy aquel que teme a la alopecia más que a la muerte;
yo soy aquel que solía escuchar Pink Floyd en la azotea contemplando las luces del horizonte;
yo soy aquel que cree en los astraterrestes, fantasmas y entidades de corte similar.
martes, 19 de septiembre de 2017
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