Yo Soy Aquel

Si alguien piensa que por el simple hecho de escribir un artículo sobre mí mismo estoy pecando de egocéntrico, vano, simple y patético, probablemente esté en lo cierto.

Yo soy aquel que aguarda siempre la llegada del porvenir sin sin sacar partido al presente;

yo soy aquel que piensa que su potencial sobrepasa las cotas del infinito;

yo soy aquel que anhela que lo oculto le sea revelado;

yo soy aquel que baja algunas noches la basura;

yo soy aquel que deliberadamente bebe para pasar a otros estados de consciencia;

yo soy aquel que salió en feria y se gastó 10 euros;

yo soy aquel que se comió un bocadillo hecho con tejas en vez de pan, pero es mentira;

yo soy aquel al que algunas veces se le ocurren bellas melodías que inmediatamente después se le olvidan;

yo soy aquel que una vez se interesó en la arqueología;

yo soy aquel que casi pierde la vista mirando un eclipse;

yo soy aquel que recorre los anchos campos con el propósito perder culo;

yo soy aquel que tiene sueños tétricos y desagradables;

yo soy aquel que no es capaz de concluir nada de lo que empieza;

yo soy aquel que perdió la fe en las personas;

yo soy aquel que aprendió a hacer el nudo windsor;

yo soy aquel al que la pierna derecha le duele y se le hincha;

yo soy aquel que teme a la alopecia más que a la muerte;

yo soy aquel que solía escuchar Pink Floyd en la azotea contemplando las luces del horizonte;

yo soy aquel que cree en los astraterrestes, fantasmas y entidades de corte similar.

He Vuelto

Miro atrás y me estremezco. Leo la fecha de la última entrada que escribí en este blog y no siento más que escalofríos. Tres años han pasado desde mi última publicación. Verdaderamente, el tiempo pasa muy deprisa. Tan deprisa que me asusta.

No obstante, sigo siendo el mismo de siempre, solo que, como decían de Homer Simpson en cierto episodio, más viejo, más calvo y más gordo.

¿Que por qué he retomado la actividad bloguera en Una Noche Toledana? Bueno... aunque a estas alturas ya conocéis todos la historia, hace algún tiempo que atisbé la llegada de un acontecimiento de gran relevancia personal. Acontecimiento que sería para bien o para mal, según el manejo de la situación. Y ello me trajo recuerdos, y me ha llevado a sentir nostalgia de una época relativamente reciente en la que era pobre como una rata, pero por otra parte, libre.

Libre para ver Cuarto Milenio sin problemas de horario, para emprender toda clase de proyectos y dejarlos a medias o fracasar rotundamente y sobre todo, libre para arrascarme los cojones mientras contemplo cómo mis ya de por si escasos recursos económicos se van agotando cada día que pasa.

Pues bien; con el tiempo mis "temores" (los cuales no eran en absoluto infundados) se confirmaron. Y en esta situación me veo y me hallo. Con las vicisitudes del despido me las estoy viendo actualmente. Y es por esto que decido volver a aprovechar alguno de mis muchísimos momentos ociosos en escribir cosas banales.

Seguid atentos mis queridos niños. Muy pronto, más contenidos.

Comunicado

Saludos a todos los que solíais pasaros por aquí.

Os hago saber que de aquí a ná dejaré de hacer este blog. La razón es sencilla; estoy trabajando en una nueva versión del mismo. Una vez esté concluida, Una Noche Toledana dejará de ser un simple apartado en el que de higos a brevas solía contar cualquier triste chorrada que me pudiera ocurrir, evidenciando de paso que tengo menos mundo que un grillo en una caja de cerillas.

Por el momento no puedo dar una fecha concreta, tan sólo decir que llevo los trabajos medianamente avanzados y que una vez terminados deberé reunir el importe necesario para comprar el dominio.

Nos Vemos

Insuflando vida al blog - ¿Por qué cuesta tanto escribir nuevas entradas?

Aunque trato de imponerme un ritmo y publicar entradas regularmente, nada. Que no hay manera. Es que soy muy vago, ¿sabéis?. Claro que también ando falto de motivación, ya que nadie comenta mis genialidades. Mi esfuerzo se ve incentivado con vuestros halagos y vuestros cumplidos, ya sabéis que una de las cosas que más le gusta al ser humano es que le den coba. Pero si no hay comentarios se me está dando a entender que nadie lee mi blog y que le estoy hablando a la pared. Esto me frustra y me enfurece, y hace que el tiempo que normalmente emplearía en escribir lo dedique a lanzaros hechizos de magia negra, con lo cual todos salimos perdiendo. ¿Es que no habéis visto lo que dice Darth Vader?.

Bien, basta de disculpas y de reproches. ¿Qué queréis que os cuente, mis niños?. ¿Algún cotilleo?. ¿Otra recetilla de potajes?. A la vista está que lo que vende son los cotilleos. Pero me parece poco ético escoger al azar a alguno de vosotros y airear los trapos sucios del desafortunado indivíduo (que serían muchos). De potajes nada de nada. Sé que la cocina no es un tema que os apasione, si bien algunos de vosotros habéis tomado en el pasado algún que otro cursillo acelerado de formación básica en cocina, eso sí, siempre forzados por las circunstancias y nunca por propia iniciativa. Y por supuesto nunca llegásteis a elaborar cosas sofisticadas. Si acaso huevos fritos con la yema rota y emulsión de trozos de cascarón o atún de lata con tomate de bote servido en plato de plástico sobre mantel de ule en la mesa del IKEA del salón de un piso hipotecado a 35 años.

Es por ello que en estos momentos me devano los sesos tratando de encontrar un tema que os interese de verdad, algo que de me carrete para tirarme una parrafada que os entretenga, que os incite a volver a leerla al llegar al final, y por supuesto a comentar. Pero nada se me viene a la mente. ¿Entendéis ahora por qué resulta tan difícil ser constante a la hora de escribir un blog, o por qué más de la mitad de las noticias de los periódicos son inventadas?.

Pero no toda la culpa es achacable a la falta de inspiración. Ocurre también que soy bastante selectivo a la hora de escoger los temas para tratar en mi blog. No es que pretenda ser original, pero tampoco quiero pecar de borrego. Así que he decidido que mi fuente de ideas sea a partir de ahora el natural devenir de los acontecimientos, y de cuándo en cuándo os iré contando cosas de interés que vayan sucediendo.

Estad atentos porque tengo intención de contaros en breve los pormenores de una fiesta que estoy tratando de organizar con motivo de mi 24 cumpleaños. Nada es seguro aún, salvo mi intención de llevar este plan a buen término.

Estoy Aquí

Pues ya estoy aquí de nuevo. Como ya sabréis, he estado bastante enfermo. Y cuando digo bastante quiero decir malo como nunca antes había estado. 12 días con fiebre no son poca cosa. Y que quede claro que no estoy exagerando. Pero ya voy a mejor, gracias.

Y bueno, vosotros qué. Qué es de vuestra vida, de vuestros estudios, de vuestras aficiones y de vuestras enfermedades venéreas. ¿Alguien sabe qué significa "enfermedad venérea"?. Yo no lo sé, al menos exactamente. Asocio el término a enfermedad consecuencia de haberla metido donde no se debe. ¿Vosotros os preocupáis de las condiciones higiénicas y sanitarias del bujero antes de meterla?. Claro que sí, sois buenos chicos.

Y de la crisis... ¿qué hay de la crisis?. Nadie quiere hablar de ella. ¿Sabéis que vamos a pasar más hambre que uno que se perdió en una isla?. No hombre, no creo que lleguemos a tanto. Para este carnaval nos vamos a vestir de putas. Creo que son las personas más honestas y honradas de esta puta humanidad. ¿No tengo razón?. ¿Habéis pensado en vender vuestro culo para aliviar vuestra situación económica en caso de que esta empeorase?. Yo no, pero sí he considerado la posibilidad de irme una noche al campo a robar lechugas. Después las vendería en la calle. Ya he elaborado un plan, bastante complejo por cierto, al que recurriré en caso de que la situación se agrave más de lo previsto, y lo previsto no puede ser más grave. Para colmo está previsto que la gravedad de los acontecimientos supere a las previsiones más graves. ¿No tenéis un eurillo?.

No, en serio, yo no suelo ser demasiado pesimista con estas cosas. Me resigno, me limito a vivir el día a día y confio en que la cosa vaya a mejor. El tiempo lo cura todo. ¿No os gustan las drogas?. Yo si fuera vosotros las probaría, pero controlando.

Pero tio, de verdad, qué asco de humanidad. ¿Sabéis que somos peores que las bestias?. ¿Por qué consentimos el mal?. ¿Por qué miramos hacia otro lado al contemplar una injusticia?. Que sepáis que somos todos unas malas putas, y vosotros más aún que yo. Yo me doy asco, pero también me quiero. Pero a vosotros no. So putas.

Es broma, sabéis que os estimo, a veces incluso en demasía. Además, me acabo de dar cuenta de que antes alababa a las putas como los seres más dignos y honestos, 0% hipocresía, y que después he utilizado el término puta con sentido peyorativo y en vuestra contra. No tiene mucho sentido, pero no me retracto de lo dicho. O sí. Sí, porque acababa de decir que era una broma.

El Anuncio

Tengo en estos momentos asuntos importantísimos que atender. Pero no importa. He dado de casualidad con el anuncio que tantos años he estado buscando sin éxito y he decidido compartirlo con vosotros, mis leales seguidores.

Desde aquí, mi eterna gratitud a la persona que haya colgado este video en Internet.


Camisetas camisones
Hay más pringue que un par de jamones
Monos blancos
Que se quedan de pie con la mugre
Como viene esta ropa de negra
Que dolor
que tengo un marido que nunca se entera
Neoclor neoclor regadera
este blanco no lo da cualqueira
Neoclor neoclor de Tres Sietes
Más fresca más limpia más blanca más tó.
¡Neoclor!

Desgraciao, desgraciao
Donde vas con un piso tan grande tan exagerao
Que dolor
Que jartá de fregar me estoy dando
Que jartá tiene ya mi marido
de firmar tantas letras de cambio
Que dolor
Si no fuera por el Saniclor
Que mata los virus que quita la grasa
Que deja un aroma a relimpio
que alegra la casa
Saniclor saniclor de Tres Sietes
te deja los suelos más limpios
más nuevos más frescos más tó.
¡Saniclor!

Otra Receta - Potaje de Habichuelas

Qué mejor cosa para comer que un buen guiso. Aún sabiendo que pocos os vais a atrever con ella, he aquí la receta del potaje de habichuelas.

POTAJE DE HABICHUELAS

INGREDIENTES (Para 4 personas)

1 Tomate
1/2 Cabeza de Ajo
1/2 Cebolla
1/2 Pimiento Verde
1 Cucharadita de Pimentón (Dulce o picante, según el gusto de cada cual)
1 Hoja de Laurel
1 Chorreón de Aceite de Oliva
425 grs de Habichuelas (aproximadamente)
1/2 Chorizo
1 Morcilla
1 Trocito de tocino (Opcional)
Sal (No se añade hasta el final)


PREPARACIÓN

La noche anterior dejamos las habichuelas en remojo, en un recipiente con abundante agua. Al día siguiente se echan las habichuelas en la olla y se cubren con agua, tal que esta quede 2 dedos por encima de las habichuelas. A continuación se añaden todos los demás ingredientes excepto la sal. Es decir, laurel, pimentón, aceite, tomate, pimiento verde, chorizo y morcilla, ajo y cebolla. Creo que no me olvido de nada. Repasad no obstante la lista de los ingredientes.

Cuando está todo en la olla, removemos un poco, siempre con cuchara de madera, tapamos la olla y la ponemos a fuego medio. El paso siguiente va a depender de la olla que hayáis usado. Si habéis usado la olla express, contad 20 minutos desde que la pesa empieza a girar. Transcurrido este tiempo, destapamos la olla para ver cómo están las habichuelas, pero... OJO!!! ¿Sabes destapar la olla express?. Supongo que sabrás que antes de abrirla hay que retirarla del fuego. Después, transcurrido un rato se quitala pesa y cuando el chorro de vapor cese, entonces estará lista para abrirse. Haz esto si no quieres que un chorizo hirviendo salte de la olla y te desfigure tu preciosa jeta. Lo que os decía, se prueban a ver si están lo bastante tiernas. Si aún siguen un poco duras, se dejan al fuego un rato más (5 ó 10 minutos) siempre a fuego medio. Si veis que se quedan sin caldo, añadís un poco de agua.

Esto último si usásteis la olla express. Si habéis usado una normal, pues probadlas de vez en cuando hasta que veáis que estén tiernas. El tiempo de cocción en una olla no express es de entre 1 y 2 horas.

Poco antes de que terminen de cocer, destapáis la olla (si es la express, de la forma que os he dicho) y añadis la sal. Probad y corregid si es necesario.

Bueno, pues esto es todo. Una vez listas nuestras habichuelas, retiráis el chorizo y la morcilla en un plato aparte (el laurel, la cebolla, el ajo y el pimiento lo tiráis si queréis) y voilá. A peerse, porque con las habichuelas te pees que da gusto. Sacáis unos buenos platos de potaje y os los zampáis con una cuchara enorme al tiempo que con vuestra mano izquierda agarráis un buen tarugo de pan como si os lo fuesen a quitar.

A ver qué tal se da.