martes, 27 de enero de 2009

El Anuncio

Tengo en estos momentos asuntos importantísimos que atender. Pero no importa. He dado de casualidad con el anuncio que tantos años he estado buscando sin éxito y he decidido compartirlo con vosotros, mis leales seguidores.

Desde aquí, mi eterna gratitud a la persona que haya colgado este video en Internet.


Camisetas camisones
Hay más pringue que un par de jamones
Monos blancos
Que se quedan de pie con la mugre
Como viene esta ropa de negra
Que dolor
que tengo un marido que nunca se entera
Neoclor neoclor regadera
este blanco no lo da cualqueira
Neoclor neoclor de Tres Sietes
Más fresca más limpia más blanca más tó.
¡Neoclor!

Desgraciao, desgraciao
Donde vas con un piso tan grande tan exagerao
Que dolor
Que jartá de fregar me estoy dando
Que jartá tiene ya mi marido
de firmar tantas letras de cambio
Que dolor
Si no fuera por el Saniclor
Que mata los virus que quita la grasa
Que deja un aroma a relimpio
que alegra la casa
Saniclor saniclor de Tres Sietes
te deja los suelos más limpios
más nuevos más frescos más tó.
¡Saniclor!

viernes, 16 de enero de 2009

Otra Receta - Potaje de Habichuelas


Qué mejor cosa para comer que un buen guiso. Aún sabiendo que pocos os vais a atrever con ella, he aquí la receta del potaje de habichuelas.

POTAJE DE HABICHUELAS

INGREDIENTES (Para 4 personas)

1 Tomate
1/2 Cabeza de Ajo
1/2 Cebolla
1/2 Pimiento Verde
1 Cucharadita de Pimentón (Dulce o picante, según el gusto de cada cual)
1 Hoja de Laurel
1 Chorreón de Aceite de Oliva
425 grs de Habichuelas (aproximadamente)
1/2 Chorizo
1 Morcilla
1 Trocito de tocino (Opcional)
Sal (No se añade hasta el final)


PREPARACIÓN

La noche anterior dejamos las habichuelas en remojo, en un recipiente con abundante agua. Al día siguiente se echan las habichuelas en la olla y se cubren con agua, tal que esta quede 2 dedos por encima de las habichuelas. A continuación se añaden todos los demás ingredientes excepto la sal. Es decir, laurel, pimentón, aceite, tomate, pimiento verde, chorizo y morcilla, ajo y cebolla. Creo que no me olvido de nada. Repasad no obstante la lista de los ingredientes.

Cuando está todo en la olla, removemos un poco, siempre con cuchara de madera, tapamos la olla y la ponemos a fuego medio. El paso siguiente va a depender de la olla que hayáis usado. Si habéis usado la olla express, contad 20 minutos desde que la pesa empieza a girar. Transcurrido este tiempo, destapamos la olla para ver cómo están las habichuelas, pero... OJO!!! ¿Sabes destapar la olla express?. Supongo que sabrás que antes de abrirla hay que retirarla del fuego. Después, transcurrido un rato se quitala pesa y cuando el chorro de vapor cese, entonces estará lista para abrirse. Haz esto si no quieres que un chorizo hirviendo salte de la olla y te desfigure tu preciosa jeta. Lo que os decía, se prueban a ver si están lo bastante tiernas. Si aún siguen un poco duras, se dejan al fuego un rato más (5 ó 10 minutos) siempre a fuego medio. Si veis que se quedan sin caldo, añadís un poco de agua.

Esto último si usásteis la olla express. Si habéis usado una normal, pues probadlas de vez en cuando hasta que veáis que estén tiernas. El tiempo de cocción en una olla no express es de entre 1 y 2 horas.

Poco antes de que terminen de cocer, destapáis la olla (si es la express, de la forma que os he dicho) y añadis la sal. Probad y corregid si es necesario.

Bueno, pues esto es todo. Una vez listas nuestras habichuelas, retiráis el chorizo y la morcilla en un plato aparte (el laurel, la cebolla, el ajo y el pimiento lo tiráis si queréis) y voilá. A peerse, porque con las habichuelas te pees que da gusto. Sacáis unos buenos platos de potaje y os los zampáis con una cuchara enorme al tiempo que con vuestra mano izquierda agarráis un buen tarugo de pan como si os lo fuesen a quitar.

A ver qué tal se da.

lunes, 12 de enero de 2009

Receta de los Spaguetti con Salsa de Paté



Es la primera vez que voy a poner una receta en mi blog. Soy aficionado a la cocina como algunos de vosotros sabréis, y quiero dar salida a esta pasión mía e instruiros de paso para que os hagáis vuestros propios potajes en vez de andar recurriendo constantemente a restaurantes de comida rápida o a platos precocinados.

Para esta primera ocasión tengo preparada una receta extremadamente sencilla. No la desdeñéis por ello, pues no por simple es menos buena. De hecho, siempre tiene éxito. Y sé de personas que la han probado y me darán la razón. Como ya sabréis por el título de la entrada, se trata de una receta de spaguettis con una salsa de paté de hígado de cerdo que está de puta madre.

Antes de proceder, quiero daros algunos consejos previos:

1. No voy a poner las cantidades exactas, así que utilizad la intuición y el "ojómetro".

2. Eso es todo.

SPAGUETTIS CON SALSA DE PATÉ

INGREDIENTES (para mitigar las cuitas de 2 famélicos)

1 cebolla de tamaño mediano/pequeño

5 ó 6 salchichas tipo Frankfurt
1/4 de vaso de vino blanco (si puede ser Tio Pepe, pues mejor)
1 latita de paté de hígado de cerdo (el de los bocatas de toda la vida)
Avecrem
Aseite d'oliva
Spaguettis
Nuez moscada (opcional)



Preparación:

Picar la cebolla tan fina como sea posible. Cubrir de aceite el fondo de la sartén, y, a fuego medio, freir la cebolla hasta que esté blandita y transparente. Ojo con no hacerla demasiado.
Cortar las salchichas en rodajas y freirlas un poquito junto a la cebolla. A continuación se añade el vino blanco y el avecrem al gusto. Se remueve un poco y se deja reducir. Llegados a ese punto, se retira del fuego, se añade la mitad o 3/4 de la lata de paté, pero sin remover. Se deja que se vaya deshaciendo solo.

A continuación viene lo más difícil; cocer los spaguetti. Para obtener el procedimiento por el cual se lleva a cabo esta complicada tarea, acudir a la biblioteca nacional. Una vez cocidos y enfriados los spaguettis a los que habremos añadido un chorreón de aceite de oliva, y que habremos condimentado con un poco de nuez moscada si así es nuestro deseo, los añadimos a la sartén donde tenemos preparada la salsa. Ponemos todo al fuego lento. Mientras se calientan, aprovecharemos para removerlos y mezclarlos bien con la salsa. Debemos asegurarnos que al hacer esto hemos logrado que el paté se deshaga por completo.

Servir sin demora, pues tan pronto como se enfrían, estos spaguettis se vuelven secos y pastosos.


Y bueno, esto es todo. Espero que un día de aburrimiento los preparéis y me contéis. En tal caso espero que les hagáis una foto y me la mandéis para ilustrar este artículo.

domingo, 4 de enero de 2009

Noche de Fin de Año - Celebración


Una vez pasadas las fiestas, y como testigo directo que fui, es considerada de obligado cumplimiento la tarea de relatar todo lo acaecido la madrugada del 1 de enero de 2009, con todo lujo de detalles para todas aquellas personas que por una razón u otra no nos acompañaron en tan singular fecha. Y es por ello que aquí voy.

Parece que cuanto más planificas una cosa peor termina saliendo al final. Saca un plan en bruto directamente de tu cabeza, dale forma, pasa horas desarrollándolo, púlelo, no le dejes ni un fleco suelto, lidia con la gente y al final lo que resulta es un desastre. Esto casi siempre es así. Pero por fortuna no en el caso que nos ocupa.

Tras barajar muchas opciones, entre las que se encontraban ir a Sevilla o a esa novísima discoteca ZEN que todavía no sé ni dónde está, y ante las dificultades encontradas para llevar a cabo una cosa u otra, finalmente optamos por celebrar la fiesta en casa de Diego Heble.

La víspera de nochevieja nos abastecimos de todo cuanto íbamos a necesitar, es decir, de mucho alcohol, recipientes en los que beber el alcohol, unas cositas que servian para enfriar el alcohol que no me acuerdo cómo se llamaban y unas bolsas de patatas a modo de atrezo, para decorar la mesa. Para entrar más en detalle, compramos dos botellas de Vodka Caramelo, dos de Legendario y una de Barceló. Cinco botellas por cada seis bebedores. Ahí es nada.

Asistimos a la fiesta Yo (Vicente), Diego Heble, que era el anfitrión, Antonio Alcaide, Manuel Martín, Fran García, David Egea y su hermano Raúl. En total 7 personas, cantidad notablemente inferior a la del año pasado, cuando nos reunimos en casa de José Manuel creo que 11 criaturas.

La hora escogida fue la 1:00 am. Habíamos acordado reunirnos en El Salón. No obstante, yo me presenté en la fiesta una media hora antes. Tras recibir al resto de los invitados, recoger a uno rezagado (Fran García) y darnos el saludo de rigor mediante la trilladísima fórmula "- Feliz Año Nuevo - Igualmente" comenzamos la fiesta.

De las siguientes 5 horas poco puedo contar, porque poco es lo que recuerdo de ellas. Mucho alcohol, mucho hablar, muchos comentarios escatológicos... en fin... recordamos viejos tiempos, reflexionamos y debatimos educadamente sobre acontecimientos pasados y sobre cómo nos habían influido estos... Resultado: mucho buen rollo. Pese al, digamos excéntrico comportamiento de dos personas que habían bebido muchísimo y que en más de una ocasión pudo rozar la pesadez, todos disfrutaron de la noche al máximo porque esa era la predisposición que se habían traido de casa. Así debe ser siempre.

Cánticos hasta desgañitarnos, odas al "Jigor*", el ya clásico fragmento de "La Venganza de Don Mendo" y por fin el famosísimo pero hasta ahora nunca consumado "Vamos fulano, sal a bailar, que tu lo haces fenomenal", todo acompañado de una tanda chistes malos. Sé que mi hígado es mi amigo que me ama y me quiere, pero coño, es que donde esté una buena papalina... (por cierto, puede que mi páncreas dé mucho de que hablar próximamente. De momento no he dicho nada).

* Jigor: Bujero por donde mean las zagalas de ayer y hoy.

Y ya lo siguiente fue salir a la calle, a eso de las 5:30 si mal no recuerdo, y si mal no recuerdo, estaba tan mal que es muy posible que mal recuerde. Así que, más o menos. No es preciso ser excesivamente riguroso, siempre y cuando los acontecimientos sean contados en orden cronológico. Sigo. Una panda de borrachos caminaba bajo la lluvia en dirección a la zona de marcha. Una vez allí, y tras ser rechazados en varios sitios, intentamos entrar en El Caravana. Un portero se interpuso entre nosotros y la puerta. No nos dejaba pasar. Pero entonces, Fran García comenzó a hablar con él. Le dijo unas palabras, no sé cuáles, pero el gañán que nos impedia el paso se apartó dejándonos via libre.

Y aquí fue donde la noche llegó a su término, al menos para mi. Tras entrar en el conocido local y comprobar que estaba hasta los topes decidí salir fuera con Diego Heble con la esperanza de que los demás siguieran nuestro ejemplo. Allí charlábamos con unos que iban, con otros que venían... hasta que dieron las 7:30, momento en el que retornamos a nuestras casas. Había intención de hacer una última cosa: desayunar churros. Por desgracia, la churrería estaba cerrada. Así que, tras la despedida, el reloj dio las 8 de la mañana. Abrí la puerta de mi casa, subí y me metí en el catre.

Esto es todo lo que pasó. Una verdadera lástima ha sido no haber podido hacer este año la barbacoa, pero todo se andará. Aunque pueden pasar 14 años de aquí a que nos volvamos a reunir todos, estaré esperando el momento. El campo ya es otra historia, sobre todo de noche. Allí nunca puede faltar Pink Floyd, Iker Jiménez y aquella canción de un tal Albert Pla que decía:

Mi hermano pequeño no sabe nadar
la la la la, la la la la
lo empujo hasta el fondo y lo dejo morir
la la la la, la la la la
me vuelvo a la orilla junto a mi mamá
la la la la, la la la la...

En fin, una de las canciones más desagradables que he oido, pero que crea un clímax de acojone.

Espero que pronto nos volvamos a dar cita todos, cosa difícil pero no imposible si existe voluntad por parte de todos.

Dejad vuestros comentarios. Hasta la próxima entrada.

La Primera Entrada del Año - Balance de 2008

Otro año que se va. Me asusta la velocidad a la que pasa el tiempo. ¿A vosotros no?. Parece que fue ayer cuando estábamos en casa de José Manuel celebrando la llegada del 2008. ¿Celebrando?. ¿Qué nos importaba la llegada del 2008?. Diría que poco. Lo único que pretendíamos era beber más que de costumbre, pero bueno, vosotros me entendéis.

Y resulta que el 2008 nos ha dejado hace menos de una semana. Increíble. El año, visto y no visto. Y ahora habría que preguntarse: ¿ha sido el 2008 un buen año?. Francamente, los vi mejores. No es que haya sido malo (para mí), pero tampoco ha sido un año para enmarcar. Una de las cosas que más me ha jodido, perder mi trabajo cuando la crisis apenas empezaba a despuntar. Fui víctima flagrante de ella, o mejor dicho, del miedo que esta infundía a los empresarios, quienes, ante la incertidumbre de cómo evolucionaría esto, comenzaron a prescindir de la mano de obra no esencial. Dicho de otro modo, empezaron a echar gente a la puta calle, que es más o menos lo que hicieron conmigo. Nada puedo reprocharles. Empresarios son empresarios y no miran por las personas, sólo cotejan cifras y actúan en consecuencia.

En cuestiones de amores, amoríos y enamoramientos, no hay cambios significativos que yo sepa. La cosa sigue inmutable, para unos y para otros. Poco tengo que decir sobre este tema.

¿Ha sido 2008 un buen año para vosotros?. Para algunos sí, para otros, no tanto, por unas razones y por otras. Un año es lo suficientemente largo (aunque como ya dije antes, se pasa enseguida) como para que ocurran muchas cosas. A veces buenas, a veces malas, a veces muy malas por desgracia, pero puede que incluso a veces ocurran cosas muy buenas. Esto último es lo que espero para el 2009.

Otra cosa sobre la que querría hablaros es sobre el notable distanciamiento que entre nosotros se ha venido produciendo durante este año pasado. Por diversas cuestiones o simplemente por causas de fuerza mayor, nunca antes habíamos estado tan desunidos como lo estamos ahora. Pensadlo un poco, por favor, e intentemos cambiar este rumbo que hemos tomado.

No creo necesario recordar los acontecimientos que han tenido lugar durante el 2008, pues nos son de sobra conocidos, así que doy por concluida esta entrada y espero vuestros comentarios. Contadme alguna lección que hayáis aprendido en 2008 y algo que os gustaría mejorar en 2009, alguna promesa que hayáis hecho al nuevo año, por ejemplo. Yo he prometido muchas cosas. Ya veremos si finalmente consigo cumplir alguna.